FUNCIONES DEL LENGUAJE
Por funciones del
lenguaje se entienden los
distintos cometidos con que el lenguaje se usa por parte del ser humano . Estos propósitos han sido estudiados fundamentalmente
por la lingüística y la comunicación , de forma que, por lo común, se ha dado
una función del lenguaje por cada factor de la comunicación que interviene en el
proceso, siendo lo más normal que una función domine o prevalezca y las demás
le estén subordinadas.
1.- Funciones Emotiva O Expresiva.
Centrada en el
emisor del mensaje. El mensaje que emite el emisor hace referencia a lo
que siente.
Se distingue
cuando se manifiesta su realidad subjetiva (sentimientos, emociones,
opiniones).
¡Ay! ¡Que dolor de cabeza!
¡Qué bueno que hoy es viernes!
¡Que sabroso postre!
Se enfatiza esta función
con claridad en el uso de exclamaciones, la elección de algunos recursos
lingüísticos (como los diminutivos, aumentativos y despectivos) y numerosos
recursos no verbales (como los gestos). Algunos típicos textos de carácter
expresivo son las descripciones valorativas, las opiniones y otras
manifestaciones subjetivas como declaraciones de amor, insultos,
agradecimientos, felicitaciones, etc.
Para concluir,
observemos que la función expresiva o emotiva se manifiesta gracias a los
significados afectivos que se establecen sobre la base de los significados
denotativos: cuando hablamos, expresamos nuestro estado de ánimo, nuestras
actitudes o nuestra pertenencia a un grupo social, damos información sobre
nosotros mismos, exteriorizamos síntomas , aunque no tengamos siempre plena conciencia de
ello. El emisor se comunica para transmitir la información centrada
objetivamente en la realidad exterior referente a las ideas que tiene sobre
ella. Permite comunicar a otros estados de ánimo, las emociones. De ella emana
el archigénero literario lírico o poético.
2.- Función Referencial, Representativa O Informativa.
Es la función
del lenguaje relacionada con los factores de la comunicación referente y de contexto, es
decir, cualquier cosa exterior al propio acto comunicativo. Es la función más
evidente y primordial a primera vista, pues se encuentra en todo acto
comunicativo. Se da cuando el mensaje que se transmite puede ser verificable y
reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y los referentes
externos del mismo. Los recursos lingüísticos principales de esta función son
los deicticos .
Utiliza un lenguaje de significado donativo (el significado primario de las palabras).
La función referencial orienta hacia el contexto.
Se centra en la relación que los hablantes tienen con el mundo, las
manifestaciones y los objetos a los cuales remite una forma lingüística.
El referente de una palabra corresponde al
significado, tal como lo encontraremos en el diccionario. En este sentido, la
referencia de la palabra “pozo” definida en el diccionario no es la misma que
la del “pozo” de un poema, un cuento o una novela, cuyos referentes los pone el
escritor, y después el lector, de acuerdo con su experiencia personal.
Esta función la desempeñan mensajes conceptuales,
centrados en el contexto, cuya función principal es la de informar. Para ello
se utilizará un lenguaje claro, concreto y sencillo, compuesto de términos de
significado unívoco. La entonación será lo más neutra posible, sin énfasis que
denote emotividad. Los humanos estamos especializados en la emisión de mensajes
conceptuales que, en mayor o menor grado, cumplen siempre funciones
informativas: las señales horarias del reloj de un campanario, los titulares de
un periódico, los anuncios publicitarios, las imágenes y las palabras de un
documental, e incluso la literatura y el arte en general desempeñan, entre
otras, una función informativa.
Los medios de comunicación, con los mensajes
informativos, pretenden básicamente -salvo manipulación- dar cuenta al público receptor
de hechos o acontecimientos verdaderos, inéditos y actuales que sean de interés
general, haciéndolo de forma clara y precisa.
Los mensajes informativos pueden presentarse en
forma de:
Noticia. Es la narración de un suceso puntual de interés,
y adopta diferentes formas estructurales según sea el medio que la difunde.
Crónica. Proporciona todos los elementos de la noticia,
pero de forma ampliada y con detalles. Podemos decir que la crónica es una
versión ampliada en extensión y profundidad de la noticia.
Reportaje. Es un género informativo que relata una serie de
hechos de interés puntual en torno a un tema determinado. Incluye entrevistas,
opiniones, datos y cifras.
Ahora bien, ¿es
posible informar con objetividad de los hechos?, ¿es posible hacerlo sin que
medie la interpretación o la valoración subjetiva del narrador? La objetividad
informativa no es posible en un sentido absoluto, pues cualquier aspecto de la
realidad, para convertirse en información y poder ser difundido por los medios
de comunicación debe ser previamente interpretado por el periodista; de lo
contrario no pasaría de ser un simple hecho. Aislar los hechos de su contexto y
convertirlos en mensaje constituye ya de por sí una manipulación; ahora bien,
esta manipulación puede quedar reducida al mínimo si al convertir los hechos en
información se utiliza un lenguaje que no perturbe la correcta captación de la
realidad.
En conclusión, dado que la objetividad e
independencia absoluta de los mass-media no es posible, al menos debemos exigir
de un mensaje informativo que facilite al receptor todos los hechos
importantes, a ser posible sin exclusiones interesadas, para que éste pueda
elaborarse un juicio de valor.
3.-Función Apelativa.
El emisor busca influir en el pensar o en las
acciones del receptor. Por tanto, se centra en el receptor y se distingue
en aquellas situaciones comunicativas que tienen como finalidad apelar
directamente a él, dando órdenes, solicitando, preguntando o intentando
persuadir a actuar de determinada forma.
En síntesis,
tratando de dirigir su conducta.
• ¡No fumes, hace mal!
·
Dime la hora, por favor!
• ¿Vamos al cine?
Algunas expresiones gramaticales propias de la
función conativa son el vocativo, el imperativo y la modalidad interrogativa.
En el lenguaje icónico: las flechas y los letreros de prohibición.
Algunos textos apelativos son las leyes, los
manuales de instrucción y las guías prácticas de estudio, así como los
discursos publicitario y político.
El elemento destacado es el receptor de quien el hablante quiere
conseguir algo: influirlo, aconsejarlo, moverlo a actuar en un sentido
determinado... En un mensaje predomina la función conativa cuando el mensaje
incita al receptor a responder, aunque no necesariamente en el mismo código. En
el lenguaje verbal, el imperativo y todas las formas de interpelación son
específicas de la función conativa.
(“¿Qué hora es?” ¡Vete de una
vez!”). También es
muy frecuente observar esta función en los mensajes publicitarios, en las
señales de tráfico, etc.
4.- Función Poética O Estética.
Se utiliza cuando se busca la belleza y el mensaje oral o
escrito se cuida especialmente.
Amar es
cuando la proteges de la lluvia y el viento.
Amar es cuando la abrazas y te olvidas del tiempo.
Amar es cuando la abrazas y te olvidas del tiempo.
Tiene lugar cuando el
emisor quiere que el receptor centre su atención en la forma del mensaje. Para
ello se sirve de recursos retóricos, siendo el objetivo del mensaje el producir
belleza. Predomina la función poética en cualquier obra de arte, ya sea un
poema lírico, una escultura o una pieza musical.
En el lenguaje habitual
las palabras sólo son un medio para entenderse emisor y receptor. En el
lenguaje literario son un fin en sí mismas; su fin es atraer la atención del
lector y su función es la de crear un mundo de belleza que permanezca y perdure
en el tiempo.
En el lenguaje literario,
a la finalidad práctica (comunicar un mensaje), se une la finalidad estética
(creación de belleza). Esta belleza reside no tanto en el contenido del mensaje
mismo como en su presentación, en las palabras utilizadas, los recursos, etc.;
en definitiva, en la forma que reviste el mensaje. Los escritores se valen de
las palabras, pero también lo hacen los jueces, los periodistas, los
científicos... Sin embargo, una fórmula matemática o una sentencia judicial no
cumplen la función poética del lenguaje, porque en la lengua no literaria
importa lo que se dice, mientras en la lengua literaria importa sobre todo cómo
se dice.
El artificio extrañado es
máximo en el caso del verso; el idioma es sometido en él a construcciones y exigencias
totalmente alejadas del modo de hablar y de escribir (número de sílabas,
pausas, acentos, rimas...).
Esta función está orientada al mensaje.
Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma, en cualquier
manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito estético. Sus
recursos son variados, por ejemplo la figura estilística y el juego de
palabras. Esta función se encuentra especialmente, aunque no exclusivamente, en
los textos literarios. Ejemplo: En el silencio solo se escuchaba / un
susurro de abejas que sonaba.
5.- Función Metalingüística.
Se centra en el propio código de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el mensaje.
Se manifiesta en declaraciones y definiciones y en la lengua oral se percibe
señalándola con comillas o cursivas: "Pedro tiene 5 letras". En la
lengua oral, la palabra destacada recibe una entonación especial o se destaca
con el acento de intensidad.
Cuando el mensaje tiene
como objeto fundamental referirse al propio código al que pertenece o a otros
códigos de la misma naturaleza decimos que desempeña una función
metalingüística. Por ejemplo, la oración La palabra “monosabio” significa: “mozo
que ayuda al picador en la plaza”, además de informar, desempeña una
función metalingüística en tanto que se refiere al propio lenguaje. En este
caso decimos que la palabra “monosabio” está mencionada y que estamos usando el
lenguaje reflexivamente.
6.- Función Fática.
Esta función está orientada al canal de comunicación
entre el emisor y el receptor. Su propósito es iniciar, prolongar, interrumpir
o finalizar una conversación o bien sencillamente comprobar si existe algún
tipo de contacto. Su contenido informativo es nulo o escaso y se utiliza como
forma o manera de saludo.
La finalidad de la función fática no es principalmente
informar, sino facilitar el contacto social para poder transmitir y optimizar
posteriormente mensajes de mayor contenido.
Constituyen esta función todas las unidades que
utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la conversación. Ejemplos: Por
supuesto, claro, escucho, naturalmente, entiendo, cómo no, OK, perfecto, bien,
ya, de acuerdo, etc.
Los mensajes persuasivos
se emiten con el propósito de convencer, crear opiniones o cambiarlas e incitar
a los receptores a realizar determinadas acciones. Estos mensajes ocupan buena
parte de la prensa escrita y del tiempo de emisión en televisión y radio,
además de alcanzarnos a través de otros muchos canales: internet, vallas
publicitarias, etc. Existen dos variedades de mensajes persuasivos: aquellos
que intentan modificar la actitud del receptor con fines comerciales y
lucrativos (publicidad) y aquellos otros que lo intentan con fines culturales,
políticos, sociales o religiosos (propaganda).
Entre éstas últimas están
las campañas que incitan a practicar deportes, a dejar de fumar, a luchar
contra el hambre en el mundo, a donar órganos para trasplantes, a pagar los
impuestos... Son ejemplos de mensajes persuasivos que pretenden crear estados
de opinión favorables a determinadas propuestas de carácter social o político,
pero que en ningún caso buscan el consumo de bienes y servicios con una
finalidad de lucro.
La publicidad pone en
contacto a productores y consumidores a través de los anuncios publicitarios,
que deben conseguir en primer lugar atraer la atención del receptor y,
posteriormente, suscitar su interés, despertar su deseo de consumir y provocar
la adquisición de lo deseado.
Todos los anunciantes
saben que el éxito de sus ventas depende más de la publicidad que de la calidad
de sus productos. La publicidad crea necesidades y dependencias en el
ciudadano, orienta sus deseos y le convierte en miembro anónimo de un colectivo
sin identidad. La estrategia favorita de los técnicos publicitarios consiste
precisamente en tratar a los consumidores como individuos, sin que éstos
adviertan que, en realidad, son masa consumidora. Los consumidores individuales
creemos elegir libremente un determinado producto, pensamos que sus
características nos convencen personalmente, que coinciden con nuestra manera
de ser y de pensar; no nos damos cuenta de que, a la vez, cientos de miles de
personas están haciendo lo mismo en otras partes del mundo: elegir aquellos
productos o servicios que les ha impuesto la publicidad.
Se utiliza para establecer contacto o cortar la
comunicación.
·
Hola, ¿qué tal? ¡Adiós, hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario